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Archive for the ‘Innovaciones’ Category

A sus 18 años, Ana Rodríguez ha dedicado más de la mitad de su vida a la música. Entró en el Conservatorio de Música de Valladolid a los 8 años y durante su primer curso estudió acordeón, ya que como ella misma recuerda “escogías instrumento en función no de la nota de tu examen de acceso, sino de una especie de sorteo, así que tuve que elegir acordeón”. Un año más tarde empezó con el violín, su gran pasión. Actualmente compagina los estudios en el Conservatorio con las clases de musicología en la Universidad.

  •  ¿En qué consiste tu rutina diaria?

Mi rutina diaria es un poco estresante, la verdad. Procuro hacer un poquitín de ejercicio nada más levantarme, para activar bien toda la musculatura, ya que acaba bastante resentida al final del día, y no viene mal comenzar así la jornada. Después planifico las clases a las que voy a asistir de la Facultad en función de mi horario de Conservatorio, ya que ahora mismo es a lo que doy más preferencia. Empiezo mi rutina de ensayo con el violín, o bien hago tareas de otras asignaturas del Conservatorio (que en total son ocho). Después preparo una pequeña maleta de viaje con todos los libros y partituras de música, apuntes de la Facultad e incluso el tupper (ya que salgo de casa por la mañana y no vuelvo a entrar por la puerta hasta las 9 y media o 10 de la noche, con lo que como fuera).
Tras asistir a las clases de musicología cojo el autobús y subo directamente al Miguel Delibes. Comienza mi horario de clases de Conservatorio. Entre clases y más ensayos me dan las 10 de la noche para llegar a casa. Después de cenar me toca ponerme un poco al día con tareas de la Facultad o algún que otro trabajillo, pero siempre reservo tiempo para chatear un poco.

  • Después de haber dedicado tantos años a la música, ¿cuál es el balance? ¿Ha merecido la pena tanto esfuerzo?

Ya son unos cuantos años, la verdad, llevo estudiando en el Conservatorio desde que estaba en 3º de primaria, pero mi actividad musical ya había comenzado fuera un año antes. Es algo que forma parte de mí. Es decir, el ritmo de vida y el esfuerzo que implica son conceptos que tengo asimilados desde ya muy pequeña. Y sí, claro que ha merecido la pena, y lo va a merecer siempre, a pesar de ser un camino difícil, lo que me aporta la música hace que merezca la pena recorrerlo.

  • Tienes un horario frenético que apenas te deja tiempo libre, ¿has tenido que renunciar a algo por este motivo?

(Se ríe). Sí, a algunas cosas sí que he tenido que renunciar. Lo que más me dolía era cuando era pequeña, con 8 o 9 añitos, ver a mis compañeros jugar por las tardes en la plaza del barrio, y yo salir de mi portal con el instrumento y la mochila a cuestas y tener que ir a estudiar. Otra cosa a la que he tenido que renunciar es la las vacaciones «plenas”, en el sentido de que tengo que cumplir una rutina de ensayo diario (intento sobrepasar las 4 horas) .El instrumento nunca tiene «vacaciones”, y es una faena, porque si dejas de practicar tan sólo unos días ya notas cómo necesitas «desengrasar» de nuevo y ponerte a tono, así que no puedo abandonarlo, ni siquiera en verano.
Sí que es verdad que el año pasado, con 2º de bachiller, tuve que decir «basta» y centrarme un poco más en el instituto, porque llegaba un punto en el que estaba al límite de mis capacidades. A pesar de todo esto, jamás he renunciado a mis amigos de siempre, ni he dicho nunca que no a un buen sábado de fiesta.

  • ¿Cómo ves tu futuro teniendo en cuenta la difícil situación en la que llevamos inmersos los últimos años?

Mi futuro está complicado, como el de todos los jóvenes españoles de hoy en día, y más en mi campo, puesto que en este país música, danza y otras artes escénicas están totalmente infravaloradas. Eso es algo que me molesta, y mucho. Pero prefiero ser optimista y creo que al final, el que se prepara a conciencia consigue sus propósitos y puede resolver su vida.

  • ¿Hay algún objetivo o algún sueño que te gustaría cumplir?

De momento mi sueño más cercano es entrar en un superior de música. Para ello haré las pruebas de acceso el año que viene, y si me cogen en donde más me gusta, mejor que mejor. Y bueno, todos los músicos soñamos con estar en una buena orquesta profesional pero yo, además de soñar con eso, me gustaría mucho poder dar clases.

  • Finalmente, desde tu experiencia, ¿qué consejo le darías a alguien que empieza a estudiar música?

Mmmm… ¿Un consejo para alguien que se inicie en este campo? Que sea paciente y muy constante. Que ponga todo su empeño y pasión, pero sobre todo que disfrute con lo que hace.

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